lunes, 1 de noviembre de 2010

Congreso sobre convivencia escolar y participación del entorno educativo



Eugenia Parra Alaminos, coordinadora del voluntariado y José Luis Sánchez Gómez, Director del IES Gregorio Salvador, junto al moderador de la mesa en el Taller sobre redes municipales

Los pasados días 25, 26 y 27 de octubre de 2010 ha tenido lugar en Palma de Mallorca el quinto Congreso sobre Convivencia Escolar y Participación del Entorno Educativo. Tal y como recoge su página web, los objetivos de este Congreso han sido promover un escenario de encuentro entre responsables de convivencia, profesorado, equipos directivos, familias, municipios, representantes del Ministerio de Educación y de las Administraciones educativas de las Comunidades autónomas; reflexionar sobre las estrategias de mejora de la convivencia desde la perspectiva de la intervención colaborativa con el entorno socioeducativo; profundizar en los factores clave para la mejora de la convivencia y el éxito educativo; y conocer las estrategias y buenas prácticas que permitan la mejora de la convivencia. El ministerio de Educación ha seleccionado aquellos Centros educativos propuestos desde cada Consejería; el IES Gregorio Salvador ha sido uno de los afortunados en asistir como ponente en este Congreso.

Las intenciones que se planteaban en este Congreso eran magníficas. La puesta en escena impecable. Sin embargo, los que allí fuimos invitados nos volvimos con la sensación de que las altas expectativas no se han cumplido. En efecto al Congreso hemos asistido representantes de todos los sectores de la comunidad educativa, en torno a las cuatrocientas personas. El sector familiares, que participó el primer día en una mesa redonda, no supo aprovechar la magnífica ocasión para llevar a cabo propuestas concretas, para establecer nuevas líneas de actuación y forzar el compromiso de los equipos directivos, colegios e institutos de aumentar la participación y democratización de los centros educativos, más acordes a la nueva sociedad informacional. Por el contrario, las distintas intervenciones que se sucedieron se basaron en una serie de tópicos acerca de la necesidad de participación (obvia por otra parte para los que allí estábamos), que no se concretó en nada.


Ana Espín, asesora del CEP de Baza, José Luis Sánchez y Eugenia Parra del IES Gregorio Salvador, Elena, orientadora y Juan Antonio, del Gabinete de Convivencia e Igualdad de la Delegación de Granada

El segundo día, los talleres recogieron las diferentes prácticas y propuestas de distintos centros de primaria y secundaria de toda España. Y claro está, hubo de todo, desde experiencias altamente interesantes a otras que no aportaron absolutamente nada.

Un mensaje claro y palpable, en el que ya toda la comunidad educativa coincide: sólo desde la necesaria participación real, efectiva y consensuada de todos los sectores de la comunidad es como el sistema educativo logrará la excelencia en la convivencia y por tanto en los niveles académicos que tanto necesitamos. Y desde esta perspectiva, una vez más pudimos comprobar los allí asistentes que la filosofía de Comunidades de Aprendizaje es la propuesta pedagógica que mejor integra de forma efectiva el entorno escolar en la vida de los Centros. No existe otro proyecto que aúne de una forma tan operativa al profesorado, familiares, voluntariado, asociaciones, ayuntamiento y entidades locales para lograr el éxito académico de todos y de todas.

Sin duda, los tres pilares en los que se sustenta el proyecto: el Instituto, el Centro de Formación del Profesorado y el Gabinete de Convivencia e Igualdad de la Delegación. Gracias a la labor de Ana Espín y de Juan Antonio, personas que siempre han apostado por Comunidades de Aprendizaje

Eso sí, nos llevamos el contacto con todos aquellos compañeros y compañeras que tienen la convivencia como bandera; personas que creen en esa otra escuela inclusiva, en la que todos y todas tienen cabida.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Estimado José Luís:
Me ha parecido muy interesante la información sobre las Jornadas en Palma de Mallorca, mi más sincera enhorabuena a tí a Ana, a Elena y a José Antonio, sabéis que soy incondicional vuestra.Tenía conociminto de ello por Ana Espín, con la que hablé dias pasados.
No obstante, me ha parecido un poco dura y, quizá hasta despectiva, la afirmación que haces de que las familias han desaprovechado la oportunidad de hacer aportaciones sobre nuevas vías de participación y han vuelto a caer en los tópicos de que hay que participar, hay que participar y hay que participar. Una obviedad si las jornadas eran sobre comunidades educativas.Estamos de acuerdo.
Se que nunca hablas por hablar, por ello te invito a que reflexiones sobre el papel que en los centros educativos se les asigna a las familias. En la práctica diaria, el profesorado solo les pide ayuda para que contribuyan económicamente a algo que organiza el centro, no los padres. Otras veces, como mano de obra voluntaria y feliz de servir para algo, cuando hay que montar un evento que organiza el centro. En los centros "normales", las madres y los padres no están, según el profesorado, para intervenir en las aulas porque ¿que sabemos nosotros de pedagogía y organización?. Por lo tanto, las madres y los padres no se plantean siquiera nuevas vías de participación, porque solo les dejan una, la que quiere el profesorado. Luego entonces ¿para que van a reflexionar sobre ello?.
Otra cosa son las comunidades educativas, donde tampoco se les pide que reflexionen sobre ello, al menos a priori. Sinceramente ¿como se artícula la participación de las familias en el aula en este tipo de centros? ¿quien establece los criterios pedagógicos y organizativos del proyecto educativo? ¿son ellos los que deciden como, de que forma, en qué momento, o es el equipo docente quien busca el lugar para las familias?
Corrígeme si me equivoco.
Ante las circunstancias que acabo de reflejar y que son el día a día de los padres y madres en los centros ¿para que vamos a proponer nuevas vía de participación? Siempre se cuestionaran nuestras propuestas con alguna frase que ni siquiera llegará a ser un argumento: ¡que sabrán ellos de como ha de funcionar un aula! ¡nos van a enseñar a nosotros los padres y las madres! ¡la gente se cree que lo sabe todo!
Cosas de este estilo son las que solemos oir los que tenemos una pequeña idea de como podríamos participar las madres y los padres en los centros,y que tenemos buen cuidado en plantearlo de la forma más adecuada posible. Imaginate, lo que le diran a las familias que no tienen las mismas habilidades a la hora de hacer sus propuestas.
Por eso te pido que seas indulgente y que quizá dentro del proyecto de centro y en colaboración con el CEP, se pueda hacer más pedagogía con las familias,por parte del profesorado.
Como miembro de una entidad que representa a la mayor parte de AMPAS de la provincia, soy consciente de que las familias participan muy poco, son otras sus prioridades, cada vez más las económicas, quizá porque no se cobra la mayoría no ve la necesidad de participar en los centros educativos, para eso está el profesorado que, además, cobra. Permíteme el argumento y disculpame, ha sonado como una bofetada, pero es el argumento más recurrente que utilizan las familias.
Como verás hay muchas barreras que las familias hemos de saltar, la principal la de la desconfianza entre unos y otros. Pienso que esto es como una casa donde el anfitrión ha de hacer que quienes llegan a ella se sientan lo más cómodos y seguros prosible. Quizá el profesorado, en este caso el anfitrión, ha de hacer lo posible porque las familias se sientan como en su casa.
Tu de estos sabes bastante, porque gracias a esa actitud, has conseguido que funcione el proyecto educativo por el que apostaste.
Recibe un fuerte abrazo y recuerda que puedes contar conmigo cuando lo necesites o lo estimes conveniente.

Concha Martínez Guerrero
FAPA ALHAMBRA

José Luis dijo...

Totalmente de acuerdo contigo Concha. Todo lo que dices en tu comentario, por desgracia, es cierto. Como Director de un centro de Secundaria soy consciente de que la filosofía de comunidades de aprendizaje, o de cualquier otra filosofía que luche por la participación real y efectiva de los familiares, de las asociaciones, de entidades locales, de voluntariado y en definitiva del entorno en el que se incluye el Centro, es una realidad efímera y poco extendida en nuestro sistema educativo.
Y es curioso por que todas las prácticas educativas de éxito, todos los informes pedagógicos emitidos apuntan hacia esta dirección: la necesaria inclusión del entorno, no ya en las estructuras organizativas del Centro, sino en el propio aula.
Llevas razón Concha. Los Centros educativos de este nuevo siglo XXI de la información, apenas difieren en su concepción de la escuela creada en el siglo XX a raíz de la sociedad industrial. Y parte del fracaso reside en este hecho: Centros de la escuela industrial para una sociedad informacional, globalizada, que requiere la participación de todos y de todas.
En el blog quería reflejar que, a pesar de las críticas que las familias os lleváis por parte de muchos profesores y profesoras, es necesario que reivindiquéis la necesidad de otras vías de participación. Se que esas otras vías no las conocéis, pero si debéis ser constantes a la hora de expresar en todos los foros posibles la necesidad de otro tipo de escuela más inclusiva y participativa, dado que os avalan los informes de la comunidad científica y pedagógica actual.
Si te digo la verdad, Concha, soy algo pesimista. Por un lado te garantizo que desde los CEP, Jornadas y Congresos, se habla cada vez con mayor insistencia de la escuela inclusiva, participativa y democrática. Por otro, la realidad de los centros, desde las salas de profesorado hacia dentro, es muy diferente y como ya te he comentado, no ha cambiado sustancialmente. La educación es un gran trasatlántico que vira muy despacio. En cualquier caso, continuemos. Existe un importante colectivo de docentes que si apuestan por estas nuevas prácticas. Los grandes avances se logran con pasos muy pequeños.
Un fuerte abrazo Concha